La guitarra que toca Juan Carlos es una reliquia para él. Hace unos días se abrió en dos, a raíz de una infortunada caída. Ya imaginan su pena pero Marité, que también aprendió a tocar en ella, lo animó a buscar quién la repare. Así se ha hecho. Un descendiente del Sr Castillo, que la fabricó, la ha recuperado y ahora luce y suena de lo mejor. Y el dueño, ñato de risa, hasta quiso hacerse estas fotos.
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