¡Claro que sí! Miren la atención especial de Yllary, por los libros, a sus pocos meses de vida. Cuando la familia se compromete responsablemente en la formación de hábitos y valores, a los niños no les cuesta adquirirlos. Como jugando los van asumiendo. Pero esto implica dedicación, amor y paciencia de parte de los mayores que les acompañan.
En este collage, Fernando, el papá, lee para su nenita. En otras fotos, Marita, la abuelita y María Gracia, la tía, leen gustosamente para la pequeña.
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